lunes, 29 de abril de 2013

el desorden





 








Cuando decidí comenzar a desocupar el espacio no me di cuenta del alcance que ese proyecto llevaba consigo.

Sentir la necesidad de embarcarme en algo sin conocer las verdaderas dimensiones ha sido una constante en mi vida que agradezco, ya que de lo contrario creo que jamás habría salido del cascarón.

No hablemos de casarme y tener hijos. Ese fue el primer susto morrocotudo.

Cuando me matriculé en BBAA ni siquiera sabía que tenía que prepararme para el ingreso aprendiendo a dibujar estatua con carboncillo (eran otros tiempos).
Y sin embargo superado el primer susto, la vida seguía y yo con ella.

Este proyecto actual de poner órden en mi estudio está derivando en un trabajo muy completo ya que además del trabajo físico que supone moverme de aquí para allá y levantar cajas y mover cartones, hay que añadir el esfuerzo mental de tomar decisiones.


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